Oh Dios, nuestro padre celestial, protégenos y bendícenos.
Profundiza y refuerza nuestro amor a diario.
Concédenos por tu misericordia, que no lleguemos a decirnos palabra mala el uno al otro.
Perdónanos y corrige nuestras faltas.
Haz que siempre nos perdonemos cada vez que sin darnos cuenta nos dañamos el uno al otro.
Cuídanos y guardanos bien en lo físico, alertas en la mente, tiernos de corazón, y devotos en espíritu.
Oh Dios, concedenos el aspirar y llegar a dar y ser lo mejor el uno para el otro.
También te pedimos que llenes nuestras vidas cotidianas de virtudes que sólo tú puedes darnos.
Y así, Señor, toma nuestro amor y nuestras vidas en conjunto, que sean para ti una alabanza, que estén al servicio de los demás.
Que estemos siempre unidos delante de ti, en alegría y en paz con la ayuda de Cristo nuestro Señor. ¡Amen!
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